Ganar: trabajar y vivir con fuerza: dependiendo de la clase de trabajo que se requiera, la terapia portátil puede dar a algunos la capacidad de continuar en su carrera. Continuar trabajando puede proporcionar un sentimiento de fortaleza y juventud.

 

Ganar: mantener las actividades para mantenerse fuerte: usar un concentrador de oxígeno portátil puede ayudar a mantenerse activo haciendo cosas como ir al gimnasio u otras actividades que se disfrutan antes de un diagnóstico de EPOC.

 

Ganar: la fuerza y la confianza para vencer: al juzgar la vida con un conjunto constante puedo vs no puedo, la vida con EPOC puede parecer llena de barreras. Disminuirse ante los desafíos de la EPOC, ya que las oportunidades de superación pueden afectar la autoconfianza y la fortaleza.

 

Ganar: viajar en avión con terapia a bordo: la terapia portátil puede permitir oportunidades que no parecían posibles con un diagnóstico de EPOC. Poder viajar a través del aeropuerto y en un avión, todo mientras se recibe tratamiento puede abrir nuevas aventuras.

 

Ganar: no dejar que la EPOC defina la vida: vivir bien con EPOC se trata de cambios positivos en el estilo de vida. Nunca dejes que tu enfermedad te defina!

 

Ganar: vivir libremente con EPOC: la idea de viajar y llevar equipaje a través del aeropuerto lo hará sentir atrapado. Con la terapia de oxígeno portátil, puede sentirse móvil y libre para vivir su vida.

 

Ganar: Perspectiva positiva junto con la familia: una vez diagnosticados con EPOC, algunos temen que ya no podrán vivir solos. Conectarse con otros pacientes con EPOC y comenzar realmente a vivir la vida puede hacer una gran diferencia para usted y sus seres queridos. Un sistema de apoyo fuerte puede proporcionar esperanza.

 

Ganar: vivir de forma independiente: antes del tratamiento, algunos se sienten estancados porque no pueden hacer todas las pequeñas cosas que hacían antes por su cuenta. Después de recibir el tratamiento adecuado para la EPOC, las personas pueden comenzar a sentirse más fuertes y capacitadas para ir de compras, o incluso ir al médico de nuevo.