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Construyendo un hospital sin muros – Q&A con el Hospital Universitario Karolinska

nov 15, 2023 - Tiempo de lectura: 4-6 minutos

En los últimos años, se ha vivido un aumento en la implementación de soluciones enfocadas en la monitorización remota del paciente, llevando fuera de los muros del hospital la atención médica. Este crecimiento nos lleva a preguntarnos ¿cuáles son las mayores oportunidades para la monitorización remota? y, ¿cómo pueden los profesionales sanitarios garantizar una experiencia sólida para pacientes y médicos en todos los entornos asistenciales? Buscando responder estas y otras preguntas, hablamos con el Dr. David Konrad, director de Medicina Perioperatoria y Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Karolinska en Suecia, responsable de poner en marcha varios programas piloto de gestión de enfermedades crónicas a domicilio como parte integral de su estrategia.

A patient inspecing their health data on a tablet

Q: Dr. Konrad, para ponernos en contexto, ¿qué está llevando a los hospitales suecos a pasar a un cuidado fuera de los centros?

 

A: En mi opinión existen dos motivos principales. El primero y más importante es optimizar el cuidado del paciente. Si logramos que los pacientes (especialmente aquellos con enfermedades crónicas) puedan gestionar sus dolencias en su hogar, conseguiremos mejorar su confort, reducir las readmisiones innecesarias en los hospitales y probablemente mejoraremos los resultados de los tratamientos.


El segundo motivo se encuentra en los cambios demográficos. En la zona de Estocolmo donde damos servicio, el número de personas con 80 o más años (encontrándose en este rango de edad los principales usuarios de los sistemas de salud) aumentará un 51% en 2032 mientras que la población activa crecerá tan solo un 4% en el mismo periodo. Esto significa que necesitamos encontrar nuevas e innovadoras formas de cuidar a nuestros pacientes más allá de los muros del hospital, preferiblemente interviniendo antes de lo que podemos hacerlo hoy, basándonos en la detección y el diagnóstico precoz de nuevas afecciones o el deterioro de las dolencias ya conocidas.

"Debido a los cambios demográficos que estamos sufriendo en Suecia, veo una gran necesidad en monitorizar a los pacientes remotos para poder extender la asistencia más allá de los hospitales”

A portrait photo of Dr. David Konrad

Dr. David Konrad
Director de Medicina Perioperatoria y Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Karolinska, Suecia 

Q: ¿Podría darnos ejemplos de cómo el Hospital Universitario Karolinska está avanzando en esta dirección?


A: Por supuesto. Tenemos un paciente con fallo cardiaco congestivo, una condición crónica con la que se puede vivir por décadas. La causa más común de readmisión hospitalaria en estos casos es el deterioro no detectado, a pesar de que existan señales fáciles de detectar a través de la monitorización remota incluyendo el ritmo cardiaco, la presión sanguínea y otras métricas, así como otros cambios que detecta el propio paciente como ganar peso. Hemos estado valorando este escenario para aprender cómo podemos mejorar el cuidado de los pacientes en su propio hogar. Los resultados han sido muy alentadores. La readmisión de pacientes con fallo cardiaco congestivo que siguen una monitorización remota es inferior respecto a los que no se monitorizan, pese a estos datos, necesitamos seguir realizando pruebas.


Otro ejemplo es como estamos intentando reducir las complicaciones del postoperatorio en pacientes que han pasado por una cirugía. Con la mejora de la monitorización de los postoperatorios en el hospital, hemos sido capaces de identificar complicaciones que podrían haber pasado desapercibidas de otra manera logrando mejorar el tratamiento en los pacientes. El siguiente paso es extender esta monitorización al resto del hospital. Esto nos permitirá dar el alta de manera segura a los pacientes reduciendo así el tiempo que pasan en el hospital permitiéndoles recuperarse en la comodidad de sus hogares.


Estos son solo dos ejemplos, pero estamos realizando otros proyectos en el ámbito de monitorización en el hogar donde participan pacientes con otras dolencias crónicas, como la fibrilación auricular y EPOC. Además, vemos muchas otras oportunidades para la monitorización remota de pacientes, por ejemplo, para abordar el problema habitual de la saturación de los servicios de urgencias. Si podemos equipar a los pacientes que no necesitan atención hospitalaria inmediata con tecnología para controlar su evolución en casa, y permanecemos atentos al posible deterioro de su estado, podríamos traerlos de vuelta al hospital cuando fuera necesario, con lo que se conseguiría un flujo de pacientes más eficiente en urgencias y se mejoraría su experiencia.

 

Q: ¿Cómo cree que evolucionará el papel de los profesionales sanitarios a medida que aumente el seguimiento a distancia de los pacientes?


A: Esto es un poco especulativo, pero imagino que en el futuro tendremos salas digitales con profesionales sanitarios que atenderán a los pacientes a distancia mediante videollamadas, chats y sugerencias para ayudarles en casa. Médicos y enfermeras harán rondas virtuales con los pacientes, preguntándoles por cualquier cambio en su salud y bienestar, complementadas con datos recogidos mediante tecnología de monitorización remota. Esto permitirá a los equipos asistenciales ajustar el tratamiento o la medicación cuando sea necesario, sin que los pacientes tengan que desplazarse al hospital.


El cambio a la atención virtual también podría crear nuevas oportunidades profesionales para los profesionales sanitarios que busquen horarios más flexibles. Por ejemplo, una enfermera podría hacer rondas virtuales desde casa sin tener que acudir al hospital todos los días. O los profesionales sanitarios que estén de baja por paternidad podrían hacer un turno virtual de fin de semana una vez al mes, cuando el otro progenitor esté cuidando al niño. Si podemos aprovechar las habilidades de la gente de nuevas maneras, podría ser una forma de hacer frente a los cambios demográficos que estamos viendo en el personal sanitario y en la sociedad en general.


Q: A medida que la asistencia sanitaria se traslada cada vez más al hogar, ¿cómo ve el papel de la autoevaluación del paciente?


A: Hoy en día, en sanidad hacemos muchos controles puntuales, es decir, evaluamos el estado físico y mental de los pacientes cada uno, tres o seis meses, y deducimos muchas cosas a partir de esas mediciones. Si pudiéramos hacer una evaluación más continua desde el punto de vista del paciente, podríamos ajustar mejor su tratamiento a medida que reuniéramos más información. ¿Cómo se siente el paciente un día cualquiera? ¿Está disfrutando de la vida? ¿Está experimentando efectos secundarios del tratamiento?


Ya hemos incluido protocolos iniciales de autoevaluación en el proyecto piloto para pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que he mencionado antes, y es algo que pensamos ampliar en el futuro a pacientes con otras enfermedades crónicas. Nos permitirá prestar una atención adecuada de forma más preventiva. Por ejemplo, si un paciente hipertenso nos dice que no duerme bien, podemos cambiarle la medicación más rápidamente, en lugar de esperar a que acuda a su próxima visita al hospital.

A patient being monitored remotely at home

Q: ¿Cómo se transmite ese tipo de información entre el hospital y el domicilio?


A: Es una pregunta fundamental, porque nada de lo que he descrito funcionará a gran escala si no se dispone de las plataformas adecuadas para intercambiar información en toda la cadena asistencial. Se necesitan unos cimientos sólidos para construir una casa. Lo mismo ocurre con la infraestructura de la información en sanidad, que aún está bastante fragmentada y no se diseñó para conectar la asistencia con el hogar.


En Karolinska imaginamos una infraestructura de información integrada para la monitorización inalámbrica e independiente de la ubicación de los parámetros vitales de un paciente, incluida la autoevaluación del paciente, en la que los datos fluyan sin problemas entre los distintos entornos asistenciales. En todo esto, el paciente debe estar en el centro. Debe tener acceso seguro a sus historiales médicos, estudios de imagen, resultados de laboratorio, etc. - y al mismo tiempo poder compartir esos datos con los médicos de atención primaria y otros cuidadores.


Todo esto no lo hemos conseguido del todo, pero estamos dando pasos en la dirección correcta. También estamos construyendo una plataforma central de datos sanitarios que incorporará, transformará, almacenará y pondrá a disposición datos de muchas fuentes distintas. Esta plataforma permitirá crear visiones generales de los pacientes, apoyar la investigación y desarrollar nuevas aplicaciones de apoyo a la toma de decisiones clínicas, incluidos algoritmos de aprendizaje automático que podrían ayudar a predecir y prevenir el deterioro de los pacientes. La inteligencia artificial es muy prometedora, pero primero tenemos que sentar las bases creando la infraestructura de información adecuada y recopilando datos debidamente anotados".


Q: Ha mencionado el intercambio de datos con médicos de atención primaria. ¿Cómo ve el papel de las alianzas estratégicas en la construcción de un sistema sanitario más distribuido y conectado?


A: Creo que las alianzas estratégicas van a ser cruciales. Lo que he dicho no lo puede hacer una sola entidad. Tenemos que trabajar juntos, y por eso nos estamos asociando con muchas organizaciones diferentes de todo el ecosistema sanitario, incluidos otros proveedores de atención sanitaria, empresas farmacéuticas, de tecnología médica y de IT.


Los proveedores de atención primaria son de especial interés porque podrían asumir parte de la atención especializada que hoy se presta en los hospitales. Por ejemplo, los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva podrían tener citas periódicas de seguimiento con su médico de atención primaria, en lugar de tener que acudir al hospital cada pocos meses. En última instancia, dadas las presiones demográficas a las que nos enfrentamos, preveo que cada vez más atención se trasladará a los proveedores de atención primaria. Es otra de las razones por las que necesitamos una sólida infraestructura de información que pueda conectar los datos entre distintos entornos.


Q: Mirando hacia el futuro, ¿qué es lo que más le entusiasma personalmente como médico?


A: Al trabajar en medicina perioperatoria y cuidados intensivos, me entusiasma la perspectiva de disponer de más información sobre los pacientes antes de que ingresen en el hospital. Hoy sabemos mucho sobre nuestros pacientes, pero también hay mucho que desconocemos. Por ejemplo, me encantaría saber más sobre el estilo de vida y la salud del paciente: cuánto se mueve cada día, si sufre desaturación de oxígeno por la noche, si siguió el protocolo de no ingerir alcohol las semanas previas a la operación... Podríamos reunir mucha de esa información antes de ingresar en el hospital. Podríamos reunir mucha de esa información (o al menos indicios de ella) mediante la monitorización remota del paciente.


Disponer de este tipo de información nos ayudaría a adaptar mejor nuestros tratamientos y planes de anestesia a las necesidades específicas de cada paciente. También podríamos predecir mejor el riesgo de complicaciones, lo que nos permitiría intervenir a tiempo cuando fuera necesario. Y podríamos saber que determinados pacientes no necesitan los cuidados intensivos que reciben actualmente, lo que nos permitiría liberar camas para otros pacientes. En Suecia hay una gran escasez de camas de cuidados intensivos y, siendo realistas, no podemos duplicar el número de enfermeras, por lo que tendremos que ser inteligentes a la hora de utilizar la tecnología para emplear nuestros recursos de la manera más eficiente.


Creo que no debemos subestimar la urgencia de la transformación sanitaria. En Europa, la proporción entre la población activa y las personas mayores de 70 años es actualmente de 3:1. En 2050 será de 2:1, lo que dejará muchas menos personas para atender a enfermos y ancianos. Tenemos que actuar ahora e innovar juntos para estar preparados ante los cambios demográficos que se avecinan.

 

Esta conversación ha sido editada para mayor fluidez y claridad.

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