El pasado 15 de mayo, Philips cumplió 129 años desde que fue fundada por Frederik Philips y su hijo Gerard en Eindhoven, Holanda. Con la introducción de la electricidad al mercado, de forma masiva, padre e hijo se embarcaron en la misión de llevar bombillas incandescentes eléctricas que fueran rentables y confiables a todos. Cuatro años después Frederik le pidió a su hijo menor, Anton, que se uniera a la compañía y el negocio comenzó a expandirse rápidamente. De esos 129 años, 85 hemos estado en Argentina.
Desde las primeras bombillas y radios, siempre hemos tenido en el corazón de nuestra empresa, la misión de mejorar la vida de las personas a través de innovaciones significativas. La tecnología y su desarrollo han sido el hilo conductor que nos ha permitido acercar a las personas a productos y soluciones que les ayuden a disfrutar la vida, vivir bien y estar sanas.
El 19 de junio de 1935, Philips Argentina abrió sus puertas como una fábrica de lámparas y poco a poco fue ampliando sus actividades de manufactura y comerciales; llevando sus primeros radios y televisores blanco y negro, hasta la introducción de televisores a colores que fueron importados para la Copa Mundial de Fútbol en 1978; desarrollando posteriormente la producción local. Así fuimos avanzando y sumando a nuestro portafolio de productos: audio, video, electrodomésticos, cuidado personal, equipos de diagnóstico, entre otros.
Philips Argentina ha evolucionado y hoy, nuestra visión estratégica y misión son más relevantes que nunca. Como empresa hemos atravesado y vivido importantes momentos de la historia: guerras mundiales, profundas crisis económicas, desarrollos tecnológicos sin precedentes y ahora estamos viviendo tiempos extraordinarios con la pandemia de COVID-19, que se ha propagado a nivel mundial tocando la vida de cientos de personas, incluidos nuestros amigos, colegas y familias. Nuestra comprensión de los desafíos que enfrenta el mundo a largo plazo, nos ha llevado a identificar oportunidades para aplicar nuestro conocimiento, tecnología y competencias y así continuar trabajando en nuestra ambición de ser líderes en la industria de la tecnología de la salud y transformarla para que sea más humana, accesible y precisa. Hoy, 85 años después, podemos mirar hacia atrás en nuestra historia de resiliencia en tiempos difíciles y pensar, con optimismo, que siempre hay una forma de hacer la vida mejor.