En general, los bebés tienen patrones de sueño irregulares, pero también es común que niños tengan problemas para dormir. Podés tener un hijo que le cueste dormir o quizás se despierta en la noche. Pero hay cosas que podés hacer para ayudarlo, que se conoce como entrenamiento para dormir.

• Crear una rutina sencilla y familiar para la hora de dormir, por ejemplo, comer, bañarse y dormir
• Darle tiempo a tu hijo para que se tranquilice: no volver al cuarto inmediatamente si tu hijo no quiere acostarse. Pero no dejar solos mucho tiempo a los chicos más pequeños porque se angustian
• Algunos chicos se tranquilizan más si el ambiente es silencioso durante la noche, mientras que otros prefieren los sonidos normales de la casa, ya que es tranquilizador saber que hay alguien cerca
• Relajar a tu hijo antes de irse a dormir
• Si tu hijo sigue levantándose de la cama durante la noche, es necesario actuar con firmeza y hacer que vuelva a la cama. Esto puede tomar tiempo, pero finalmente entenderá

• Recordá que los patrones de sueño de cada persona varían; algunas personas necesitan ocho horas o más, para otras personas, solo cinco o seis horas son suficientes
• Si solés balancear, acariciar, o cantarle a tu hijo en la cama para que se duerma, puede llegar a ser difícil volver a dormirse sin ayuda cuando se despierta en la noche
• Mantener las luces bajas y hablar en voz baja cuando se entra a consolarlo

• Usar persianas o cortinas gruesas para que el cuarto de tu hijo esté más oscura y para bloquear la luz de la mañana
• Darle juguetes seguros para que juegue en las mañanas, hasta que el resto de la familia esté despierto
• Si tu hijo es un madrugador natural, van a tener que tener paciencia
• Una vez que los chicos arrancan a ir al jardín de infantes/colegio, suelen dormir durante más tiempo