jul 27, 2022

Interoperabilidad e IA a favor de la salud

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Vivimos momentos transformadores y gran parte de esto se debe a la adopción de nuevas tecnologías en las más diversas áreas. La inteligencia artificial (IA) y las soluciones en informática, por ejemplo, están demostrando cada vez más lo esenciales que son para la gestión de personas, de proyectos y, especialmente, de la salud.

Cuando hablamos de interoperabilidad, es importante entender que no es el punto de partida, sino la consecuencia. No es una plataforma, un hardware o un software. Es una visión para el éxito que posee una gran capacidad para aliviar la rutina de trabajo y optimizar el tiempo (y los costos).

La interoperabilidad ayuda a respaldar los caminos clínicos y operativos, así como a ofrecer resultados efectivos, ya que permite la comunicación entre sistemas para compartir datos e intercambiar información. Con esto, mejora la interacción humana, crea un ambiente colaborativo mucho mejor y genera una relación 'ganar-ganar' entre los profesionales de la salud y entre los profesionales y los pacientes.

Como gran aliado para aliviar esta carga de trabajo y transformar la experiencia del cuidado, la interoperabilidad se apoya en la IA, que permite la automatización de procesos al simplificar los flujos de trabajo.

Un estudio del sitio Medscape mostró que a principios de 2022, el 47 % de los profesionales de la salud informaron síntomas de Burnout. Este número está por encima del 42 % que informó los mismos indicios en 2021. ¿Podría este dúo (interoperabilidad e IA) ayudar a los profesionales de la salud a recuperar el bienestar en el trabajo? ¡Yo digo con total seguridad que sí!

El burnout es un viejo conocido de los profesionales y causado, principalmente, por picos de estrés rutinarios. Cuando nos fijamos en el ecosistema de la salud, los profesionales han sido afectados, especialmente en los últimos dos años, por la repetición de tareas, por la creciente cantidad de datos que los deja luchando por obtener información relevante y por la frustración generalizada con las ineficiencias del flujo de trabajo, que terminan obstaculizando toda la atención al paciente. Y ahí es exactamente donde la IA puede ayudar, al permitirles dedicar su tiempo y energía al paciente en lugar de dedicarlos a procesos complicados.

Voy a darles un ejemplo práctico aquí: muchos de nosotros usamos productos y servicios habilitados para IA todos los días. Ya sea Amazon, Netflix o Google. Ellos ofrecen recomendaciones personalizadas basadas en algoritmos que analizan el comportamiento y las preferencias del consumidor. ¿Por qué, entonces, en el área de la salud, la IA no ayuda a los profesionales adaptándose a sus preferencias y necesidades para acelerar los flujos de trabajo y el apoyo en la toma de decisiones?

A medida que la IA se incorpora a los dispositivos de consumo y al hogar, permite capacitar a los consumidores a gestionar mejor su propia salud. Con ella, sumada al análisis avanzado de datos, tanto los profesionales de la salud como los propios pacientes pueden obtener más valor de los datos que recopilan y comparten.

Creo firmemente que, en un futuro cercano, las soluciones de monitorización de pacientes con IA se extenderán cada vez más desde el hospital hasta el hogar, permitiendo a los profesionales de la salud monitorizar a los pacientes y evitar así (re)ingresos hospitalarios con cuidados básicos. Esto, seguramente, será capaz de aliviar parte de la presión sobre los equipos de emergencia y los cuidados críticos, al tiempo que ofrece a los pacientes una mayor tranquilidad en la comodidad de sus casas.

Cuando nos centramos en la automatización de tareas y en la inserción de nuevas tecnologías en el día a día, entendemos la urgencia de liberar a los profesionales de la salud de estos procesos repetitivos, para que ellos puedan, de hecho, concentrarse en lo que los atrajo a la medicina: cuidar a las personas. Y con el enfoque en las personas, podemos desarrollar soluciones basadas en IA que actúen como asistentes, apoyando a los profesionales de la salud en los momentos que ellos más lo necesitan, porque si hay una verdad evidenciada por la creciente crisis de escasez de personal y burnout en el área de la salud, es que no hay salud sin profesionales sanos y comprometidos.